domingo, 7 de febrero de 2016

De vuelta al cine clásico de aventuras con un toque de western

El director mexicano, Alejandro González Iñárritu, evidenciando que aún se puede atraer a la audiencia con una historia de corte clásico dentro de una gran producción.  El Renacido (The Revenant) está inspirada en hechos reales y vagamente basada en la novela del año 2002, The Revenant: A Novel of Revenge, del escritor Michael Punke.  Es una película que plasma el género de aventuras y el western, mezclado con el eterno tema de la sed de venganza, de una manera en la que actualmente son apreciados únicamente al ver clásicos tales como Deliverance, de John Boorman, o algún western de Clint Eastwood.

El Renacido es una clásica historia acerca de la supervivencia a toda costa descrita de una manera cruda, real y sin tapujos; en donde el maquillaje, los efectos visuales y el montaje, juegan un papel fundamental al haber sido realizados con precisión, y en la cual la “sed de venganza” se convierte en el motor de vida del protagonista.

En sus primeros minutos la película nos brinda un exquisito plano secuencia, el cual es aprovechado al máximo en la batalla inicial de la cinta y que claramente posee el sello del director de fotografía Emmanuel Lubezki, quien el año pasado fue el encargado de la fotografía de Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia), también de González Iñárritu.



Leonardo DiCaprio nos brinda una convincente interpretación que, en gran porcentaje de la película, carece de diálogo, ya que el personaje de Hugh Glass presentaba una herida producida por un oso, la cual le lesionó las cuerdas vocales.



Raúl Carchi Andía ©

martes, 2 de febrero de 2016

Adam Mckay dice no al encasillamiento


La Gran Apuesta de Adam McKay

El ser humano es prejuicioso por naturaleza, y es que parece difícil el pensar que una película del director Adam McKay no será una comedia de culto protagonizada por Will Ferrell, como lo han sido todas sus cinco películas que conforman su filmografía.  Sin quitarle mérito a Mckay por ser un gran director y guionista del género de la comedia, que en su caso es una comedia muy peculiar, por lo que se la considera de culto.

Adam McKay ha ido adentrándose poco a poco a otro tipo de proyectos, siendo uno de los guionistas de la versión cinematográfica de Ant-Man.

La Gran Apuesta (The Big Short) es un paso agigantado del director de películas como El Reportero: La Leyenda de Ron Burgundy (Anchorman: The Legend of Ron Burgundy) y Hermanastros (Step Brothers).  Su título en español denota la situación a la que McKay se enfrentó al momento de plantearse un proyecto tan ambicioso.  La película plantea el polémico tema de la crisis bancaria en los Estados Unidos, la misma que se dio en 2008 y que según las fuentes en las que se inspiró la película; fue predicha por un grupo de economistas.


La película maneja un lenguaje que será un deleite para aquellas personas que están sumergidas en el mundo de las finanzas, por lo que es probable que sea mejor interpretada por este grupo de personas.  La película nos introduce de manera muy profunda en este mundo reinado por los números, haciéndonos olvidar de películas como Wall Street, de Oliver Stone o El Lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street), de Martin Scorsese, en las cuales compartían protagonismo el tema de las finanzas con el intenso ritmo de vida de los personajes, algo que se convierte en líquido para disolver el sólido tema de la economía que para algunos resulta pesado.


La Academia también ha hecho su “Gran Apuesta” por la cinta, ya que el film cuenta con cinco nominaciones a los premios Óscar, dentro de los cuales se encuentran el de Mejor Película, Mejor Director para Adam McKay, Mejor Guión Adaptado para McKay y Charles Randolph, Mejor Montaje para Hank Corwin y Mejor Actor de Reparto para Christian Bale.


Raúl Carchi Andía ©