Los biopics
musicales han estado presentes en la cinematografía mundial desde siempre,
aunque generalmente se han limitado a pequeñas producciones, en su mayoría
dentro del campo del cine de autor. Como ejemplo de los antes planteado tenemos
filmes como La Bamba, Beyond the Sea, En la cuerda floja (Walk the Line), I'm Not There o Detrás del candelabro (Behind the Candelabra); cintas biográficas
acerca de Ritchie Valens, Bobby Darin, Johnny Cash, Bob Dylan y Liberace,
respectivamente. Películas como Amadeus
y The Doors, contaron con mayor
presupuesto y distribución, así como con directores de renombre como lo son
Milos Forman y Oliver Stone, pero como conservando la línea antes expuesta.
El biopic de
2018 sobre Freddy Mercury y su banda Queen, Bohemian
Rhapsody, fue un rotundo éxito en la taquilla y en la temporada de premios.
Este filme contó con un gran presupuesto, a diferencia de sus antecesores, algo
que se puede apreciar en su diseño de producción, fotografía, edición, entre
otros elementos técnicos.
Producto de ello, Netflix lanzó The Dirt (biografía de la banda Mötley Crüe) y Paramount Pictures Rocketman.
Rocketman
se ha convertido en la primera
cinta biográfica de alto presupuesto en colocar por delante la vida personal de
un músico por encima de la aparatosa y utópica puesta en escena que presentan
películas como la antes mencionada Bohemian
Rhapsody, que se concentran en plasmar en pantalla o, mejor dicho, recrear
momentos históricos, dejando como único peldaño a las grandes interpretaciones.
Además, es pionera en mostrar una escena de sexo entre dos hombres, la cual fue
censurada en Rusia.
Si bien Rocketman
se esmera en plasmar al cantante a pesar
de la fama, esta última no queda completamente en las sombras, por el
contrario, es tratada con suma sutileza y presentada de manera onírica, como
una vía de escape del personaje. Un pretexto perfecto para proyectar
majestuosos vestuarios y escenarios que llegan a convertirse en un absoluto
deleite para el espectador. Los recursos de la cinta son utilizados al máximo y
con precisión, dejando como resultado una película que ni le sobra ni carece.
Rocketman posee el espíritu de Detrás del candelabro (Behind the Candelabra), de Steven Soderbergh,
y la puesta en escena de Beyond the Sea,
de Kevin Spacey. De la primera por ser un filme controversial y de la segunda
por guionizar a manera de musical aspectos importantes de la vida de Elton
John.
Elton John junto a Taron Egerton |
La producción fue supervisada por el mismo Elton John,
quien también es uno de sus productores ejecutivos. Taron Egerton personifica a
Elton, tras que Tom Hardy se retirara por tener contratos previos. Justin
Timberlake, Daniel Radcliffe y James McAvoy también fueron considerados para el
papel. Dexter Fletcher dirige la cinta. Fletcher
terminó de dirigir Bohemian Rhapsody tras
la salida de Bryan Singer por motivos de diferencias al momento de plasmar el
guión en pantalla, siendo el nombre de este el que figura oficialmente en todo
lo concerniente a la película.
Raúl Carchi Andía ©
Bohemian Rapsody me gustó, pero es verdad que solo recreó momentos históricos. Aún no veo la de Elton John, pero ahora me animé a hacerlo. Buen escrito.
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