Cada
cierto tiempo nace un gran director en Hollywood, un director de la altura de Scorsese,
Kubrick o Spielberg. Han habido falsas
expectativas con nuevos talentos, como fue el caso de M. Night Shyamalan, quien inclusive fue comparado en sus inicios con Hitchcock. Shyamalan tuvo una racha de suerte con la
nominada al Óscar El Sexto Sentido y
después su carrera fue en declive, sin poder nunca superar o igualar a su
elogiada película. Otro caso parecido
fue el de George Lucas, al cual Star Wars
le impidió seguir una carrera como director.
Sin
lugar a duda, esta es la era de Christopher Nolan, quien ha tenido una carrera
que ha ido subiendo año tras año. Nolan
fue descubierto por George Clooney y Steven Soderbergh, quienes, en papel de
productores ejecutivos, tras ver sus trabajos independientes anteriores, Following y Memento, optaron por contratar a Nolan como director. La
película era Insomnia, la cual es protagonizada por Al Pacino y Robin Williams
y es un remake de la película noruega del mismo nombre. Esta fue su primera incursión en Hollywood y significó su pase a las grandes ligas, y a partir de esto su carrera fue en total ascenso, llegando a firmar contrato
con la Warner por la reciente trilogía de Batman, en la cual tuvo casi total
libertad en su visión, llegando a encargarse del guión junto a su hermano
Jonathan Nolan, algo digno de admirar teniendo en cuenta que era su segunda película
en Hollywood. Nolan estrenó El Gran Truco (The Prestige) en el 2006
y El Origen (Inception) en el 2010, ambas
realizadas en el lapso que tenía entre cada entrega de Batman.
Raúl Carchi Andía ©
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