viernes, 30 de mayo de 2014

Christopher Nolan, un pequeño que se convirtió en gigante


Cada cierto tiempo nace un gran director en Hollywood, un director de la altura de Scorsese, Kubrick o Spielberg.  Han habido falsas expectativas con nuevos talentos, como fue el caso de M. Night Shyamalan, quien inclusive fue comparado en sus inicios con Hitchcock.  Shyamalan tuvo una racha de suerte con la nominada al Óscar El Sexto Sentido y después su carrera fue en declive, sin poder nunca superar o igualar a su elogiada película.  Otro caso parecido fue el de George Lucas, al cual Star Wars le impidió seguir una carrera como director.

Sin lugar a duda, esta es la era de Christopher Nolan, quien ha tenido una carrera que ha ido subiendo año tras año.  Nolan fue descubierto por George Clooney y Steven Soderbergh, quienes, en papel de productores ejecutivos, tras ver sus trabajos independientes anteriores, Following y Memento, optaron por contratar a Nolan como director.  La película era Insomnia, la cual es protagonizada por Al Pacino y Robin Williams y es un remake de la película noruega del mismo nombre.  Esta fue su primera incursión en Hollywood y significó su pase a las grandes ligas, y a partir de esto su carrera fue en total ascenso, llegando a firmar contrato con la Warner por la reciente trilogía de Batman, en la cual tuvo casi total libertad en su visión, llegando a encargarse del guión junto a su hermano Jonathan Nolan, algo digno de admirar teniendo en cuenta que era su segunda película en Hollywood.  Nolan estrenó El Gran Truco (The Prestige) en el 2006 y El Origen (Inception) en el 2010, ambas realizadas en el lapso que tenía entre cada entrega de Batman.

Nolan se caracteriza por crear incertidumbre al no dar ninguna pista de sus nuevos proyectos y optando por ir mostrándolos poco a poco en los trailers que van saliendo, dejándonos con ganas de ver más y preguntándonos que nos deparará el siguiente trailer.  





Raúl Carchi Andía ©

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